El pasado viernes fue el encendido oficial de las luces de Navidad en Almansa y a nosotros se nos encendió la bombilla y pensamos que sería una buena idea combatir el aburrimiento que un sábado de pandemia nos auguraba, así que decidimos salir a descubrir las luces con Luisete. A él le encantan las luces, en especial las de una lámpara que tenemos en nuestro salón porque tiene las bombillas de colores, así que cada día encendemos y apagamos la lámpara "varias veces"( por decir algo), ya sabéis que cuando a un niño pequeño le gusta algo...aparece la repetición y la paciencia en escena.
El caso es que teníamos grandes expectativas con nuestra salida.
ROJAS |
Las primeras que encontramos de color rojo, el color de todas las pasiones-del amor al odio, de la alegría y del peligro. El rojo dicen que es probablemente el primer color que los recién nacidos pueden ver. A mi personalmente todas esas bombillas una detrás de otra me recuerdan el fuego , las llamas de una procesión de velas, me gusta pensar que cada una de esas luces estará encendida estas navidades recordando a las personas que ya no estarán con nosotros . Así que me gustó ver ese manto rojo en el cielo, pues al mirarlo siento cierto calor en el pecho.
Sin embargo a Luisete no pareció interesarle mucho, yo le señalaba las luces y él me miraba a mi ...jjj.
AZULES |
-Venga es tu turno
Con ese pequeño gesto le estaba enseñando a su hijo eso de lo que tanto hablamos y poco practicamos , EDUCACIÓN.
Luis no paraba de mirar a derecha e izquierda, estaba alucinado, durante todo este año hemos ido evitando lugares donde hubiera mucha gente, así que posiblemente este fue el momento en que Luisete descubrió que a los adultos nos gusta reunirnos en grupos, reír y hablar en voz alta. Pero a la bola azul ni caso.De camino a la última zona de luces que nos quedaba por ver, no paraba de preguntarme ¿Por qué Luis no le había prestado demasiada atención a las luces? ¿Cómo era posible que yo me pasara la semana encendiendo y apagando las lámparas de casa y la iluminación de las calles de Navidad pasara casi desapercibida para él? Entonces al mirar las fotos que habíamos hecho durante la tarde me di cuenta de algo , me estaba haciendo preguntas con afirmaciones equivocadas.
Todo el mundo dice que estas Navidades serán diferentes, yo digo que nunca han existido dos navidades iguales pero que nosotros con esa manía de empaquetarlo todo en "como tienen que ser las cosas" creamos una falsa imagen de lo que son o tienen que ser estas fechas. Aceptar la situación que estamos viviendo es lo primero , apertura a lo que tenga que suceder, ayudar si está en nuestra mano a quien lo necesite y dejarnos fluir con la vida sin tantas expectativas. Estamos viviendo un proceso de cambio. La incertidumbre no es más que un intermedio, una puerta por la que hemos de pasar. No aceptarlo solo nos llenará de rabia y nos hará sentirnos impotentes ante una situación que no podemos resolver . Seguro que esta Navidad todos tenemos momentos tristes , vivámoslos , dejémonos sentir también esos momentos tristes," la tristeza es como un río que, si se deja a su curso natural, siempre llega al mar. Allí se diluye y se convierte en otra cosa".
No es que a Luis no le gustaran las luces, sino que había algo que llamaba más su atención, que brillaba más, que le interesaba más que toda esa decoración.
Luis se fijaba en LAS PERSONAS, la niña haciéndose la foto delante del árbol, los grupos de amigos fotografiándose dentro de la bola, yo explicándole que eran todas esas luces.
Y es que aunque nos parezca raro, para la mirada de un niño las personas brillamos más que todos esos circuitos eléctricos, y el caso es, que lo hemos olvidado, por eso necesitamos volver a tener la mirada de asombro, la de primeras veces de un niño, eso nos permitirá ver bien la realidad y mirar hacia un futuro diferente.
Yo había puesto demasiadas y equivocadas expectativas en lo que iba a ser esa tarde, en lo que tenía que suceder, en las reacciones que Luis tenía que tener, todo demasiado empaquetado ¿verdad? seguro que fruto de alguna película navideña que vi en mi infancia donde nos mostraban como debía comportarse un bebé frente al esplendor navideño. Pero la sabiduría que nos traen los niños es mucho más, es increíble.Todo el mundo dice que estas Navidades serán diferentes, yo digo que nunca han existido dos navidades iguales pero que nosotros con esa manía de empaquetarlo todo en "como tienen que ser las cosas" creamos una falsa imagen de lo que son o tienen que ser estas fechas. Aceptar la situación que estamos viviendo es lo primero , apertura a lo que tenga que suceder, ayudar si está en nuestra mano a quien lo necesite y dejarnos fluir con la vida sin tantas expectativas. Estamos viviendo un proceso de cambio. La incertidumbre no es más que un intermedio, una puerta por la que hemos de pasar. No aceptarlo solo nos llenará de rabia y nos hará sentirnos impotentes ante una situación que no podemos resolver . Seguro que esta Navidad todos tenemos momentos tristes , vivámoslos , dejémonos sentir también esos momentos tristes," la tristeza es como un río que, si se deja a su curso natural, siempre llega al mar. Allí se diluye y se convierte en otra cosa".
Pero después de estos momentos volvamos al presente con apertura y confiando en la vida, porque como escuché el otro día
"La vida se vive hacia delante y se entiende mejor mirando hacia atrás"
Quizás algún día entendamos este sinsentido actual...o igual no.
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