domingo, 29 de noviembre de 2020


Tarde de Luces

 

El pasado viernes fue el encendido oficial de las luces de Navidad en Almansa y a nosotros se nos encendió la bombilla y  pensamos que sería una buena idea combatir el aburrimiento que un sábado de pandemia nos auguraba, así que decidimos salir a descubrir las luces con Luisete. A él le encantan las luces, en especial las de una lámpara que tenemos en nuestro salón porque tiene las bombillas de colores, así que cada día encendemos y apagamos la lámpara "varias veces"( por decir algo), ya sabéis que cuando a un niño pequeño le gusta algo...aparece la repetición y la paciencia en escena.
El caso es que teníamos grandes expectativas con nuestra salida. 
ROJAS
Las primeras que encontramos de color rojo, el color de todas las pasiones-del amor al odio, de la alegría y del peligro. El rojo dicen que es probablemente el primer color que los recién nacidos pueden ver. A mi personalmente todas esas bombillas una detrás de otra me recuerdan el fuego , las llamas de una procesión de velas, me gusta pensar que cada una de esas luces estará encendida estas navidades recordando a  las personas que ya no estarán con nosotros . Así que me gustó ver ese manto rojo en el cielo,  pues al mirarlo siento cierto calor en el pecho.
Sin embargo a Luisete no pareció interesarle mucho, yo le señalaba las luces y él me miraba a mi ...jjj.
DORADAS

El color oro es símbolo de la felicidad, también del dinero y del lujo. Una idea genial que se utilice este color en la Plaza del Mercado, la decoración es un bonito árbol de Navidad  coronado por una estrella de la cual  salen varios hilos de luces que unen diferentes zonas de la plaza. El color oro ilumina uno de los centros del comercio en Almansa, este año necesitamos luz en nuestros comercios,  que el dinero fluya por esta zona y esos halos de luces que salen de la estrella a modo de carpa me gustaría pensar que simbolizan la unión de todos nuestros comerciantes con un mismo fin, que nuestro pueblo siga teniendo un buen comercio, con ilusión, donde todos pongamos nuestro granito de arena para que continúen dando servicio y vida a nuestras calles.
Aquí Luis empezó a sonreír, pero cuando me di cuenta ,su atención iba dirigida hacia una niña que se estaba haciendo una foto delante del árbol, parece que tampoco había sucumbido ante las luces doradas.
AZULES
El color azul es el color preferido de la mayor parte de la población, de la armonía, la simpatía, la amistad y la confianza. Así que no es casual que alrededor de la gran bola azul de luces del antiguo Ayuntamiento se congregara un buen grupo de gente que esperaba pacientemente y guardando turno para hacerse su foto dentro de la bola. Me gustó la camaradería de otra madre que llevaba de la mano a su hijo y se volvió para decirme:
 -Venga es tu turno
Con ese pequeño gesto le estaba enseñando a su hijo eso de lo que tanto hablamos y poco practicamos , EDUCACIÓN.
Luis no paraba de mirar a derecha e izquierda, estaba alucinado, durante todo este año hemos ido evitando lugares donde hubiera mucha gente, así que posiblemente este fue el momento en que Luisete descubrió que a los adultos nos gusta reunirnos en grupos, reír y hablar en voz alta. Pero a la bola azul ni caso.
De camino a la última zona de luces que nos quedaba por ver, no paraba de preguntarme ¿Por qué Luis no le había prestado demasiada atención a las luces? ¿Cómo era posible que yo me pasara la semana encendiendo y apagando las lámparas de casa y la iluminación de las calles de Navidad pasara casi desapercibida para él? Entonces al mirar las fotos que habíamos hecho durante la tarde me di cuenta de algo , me estaba haciendo preguntas con afirmaciones equivocadas. 
No es que a Luis no le gustaran las luces, sino que había algo que llamaba más su atención, que brillaba más, que le interesaba más que toda esa decoración.

Luis se fijaba en LAS PERSONAS, la niña haciéndose la foto delante del árbol, los grupos de amigos fotografiándose dentro de la bola, yo explicándole que eran todas esas luces.
Y es que aunque nos parezca raro,  para la mirada de un niño las personas brillamos más que todos esos circuitos eléctricos, y el caso es,  que lo hemos olvidado, por eso necesitamos volver a tener la mirada de asombro, la de primeras veces de un niño, eso nos permitirá ver bien la realidad y mirar hacia un futuro diferente. 
Yo había puesto demasiadas y equivocadas expectativas en lo que iba a ser esa tarde, en lo que tenía que suceder, en las reacciones que Luis tenía que tener, todo demasiado empaquetado ¿verdad? seguro que fruto de alguna película navideña que vi en mi infancia donde nos mostraban como debía comportarse un bebé frente al esplendor navideño. Pero la sabiduría que nos traen los niños es mucho más, es increíble.

Todo el mundo dice que estas Navidades serán diferentes, yo digo que nunca han existido dos navidades iguales pero que nosotros con esa manía de empaquetarlo todo en "como tienen que ser las cosas" creamos una falsa imagen de lo que son o tienen que ser estas fechas. Aceptar la situación que estamos viviendo es lo primero , apertura  a lo que tenga que suceder, ayudar si está en nuestra mano a quien lo necesite y dejarnos fluir con la vida sin tantas expectativas. Estamos viviendo un proceso de cambio. La incertidumbre no es más que un intermedio, una puerta por la que hemos de pasar. No aceptarlo solo nos llenará de rabia y nos hará sentirnos impotentes ante una situación que no podemos resolver . Seguro que esta Navidad todos tenemos momentos tristes , vivámoslos , dejémonos sentir también esos momentos tristes," la tristeza es como un río que, si se deja a su curso natural, siempre llega al mar. Allí se diluye y se convierte en otra cosa". 
Pero después de estos momentos volvamos al presente con apertura y confiando en la vida, porque como escuché el otro día
"La vida se vive hacia delante y se entiende mejor mirando hacia atrás"

Quizás algún día entendamos este sinsentido actual...o igual no.



sábado, 21 de noviembre de 2020


Nunca pienso que voy mal vestida

-¿Es que tú nunca piensas que vas mal?- me preguntó

-No, yo me visto como quiero y salgo a la calle, no me planteo si voy bien o mal-le contesté 

-¿Y nunca has notado que alguien te miraba raro?-me dijo sorprendido

-Nunca pienso que están criticando lo que llevo, es deformación profesional, te contaré algo...
Tengo un don, un sesgo "natural-construido" que me viene casi de fábrica y me ha facilitado mucho mis trabajos dentro del mundo de la moda. Empezó en el colegio, me encantaba dibujar a mis compañeras(casi siempre vestidas de novia, en esos momentos no concebíamos mejor fiesta que esa, jajja) con vestidos que se adaptaran a los gustos de cada una. Estaba la atrevida que encajaba en el corte sirena, la que estaba ensimismada con las películas de Sisi y había que recrearse en su  look con volantes, encaje y corona de princesa o la que quería algo sencillo y aquí el look bailarina siempre triunfaba.
El caso es que yo me fijaba en la personalidad de cada una de ellas, y me gustaba ver sus caras cuando les enseñaba el dibujo y se quedaban asombradas porque vualá  ¡ese era justo el vestido con el que querían casarse!
Jugando empecé el hábito de mirar como era la persona que tenía enfrente,  fijándome cual era la característica física o de su personalidad  que yo destacaría de esa persona , lo que más me llamaba la atención , lo que más me gustaba.
Al principio lo hacía con gente que conocía porque vivía en Almansa, pero luego pasó a ser lo que más me divertía hacer mientras esperaba el tren en la Estación del Norte de Valencia o en el metro, le habré hecho asesorías de imagen a cientos de personas en mi cabeza. Siempre destacando en positivo, esa parte que brillaba de la persona. 
Y tengo que decir que SIEMPRE,SIEMPRE encontré algo de belleza en cada persona que miré

Hace unos años me apunté a un curso de Inteligencia emocional en la Universidad popular de Almansa, hicimos un juego que consistía en escribir algo positivo de nosotros ,una característica física y una particularidad que destacara de nuestra personalidad, luego tocaría hacerlo con cada uno de los compañeros.
Cuando salió la profesora de la sala comencé a escribir a toda prisa con una sonrisa, este juego lo tenía chupado, pero cual fue mi sorpresa cuando levanté mi cabeza, y allí estaba toda esa gente  mirándome extrañada mientras me decían que no sabían que rasgo destacar de ellos mismos , estaban completamente bloqueados. 
Les dijé a cada uno lo que yo veía, ... -Tú tienes un cabello precioso con un cuerpo y un brillo envidiable, tus ojos claros y tu dulzura te hacen una persona muy acogedora con la que apetece estar, tus ojos oscuros reflejan bondad... y así uno por uno . 
Cuando tocó el turno de decir algo positivo de los compañeros a mi me dijeron :
"Sabes ver la belleza incluso en la piedra más insignificante"
Hasta ese momento no fui consciente de que la gente no miraba como yo, había construido el hábito en mi mente de buscar lo que me parecía más bonito de cada persona , y lo hacia de una forma inconsciente cada día. 
Enfocar mi atención en lo que  me gusta de las personas ha provocado que me pase lo mismo con su ropa, complementos,  etc... no tengo que hacer nada porque mi mirada se va hacia lo que me gusta . Lo que NO ME GUSTA, porque SÍ, hay muchísimas cosas que lleva la gente que no me gustan, estilismos, peinados, complementos, actitud...  no le presto atención, y sobre todo me lo quedo para mi.
De hecho hablar de los estilismos que no me gustan es para mi también un juego que solo practico con "las famosas" por lo sobredimensionado y ridícula importancia que se dan a estas noticias (como pasó con el vestido de Pilar Rubio en su boda o lo que lleva Letizia Ortiz cada minuto de su vida....) y siempre en clave de humor.

Nadie va a encontrar "amiguismo" conmigo criticando como va vestida una persona por la calle, porque para mi el valor de un estilismo radica en  que una persona tenga  personalidad y se vista como quiera ese día . Tampoco le digo a nadie si va bien o mal vestida , me parece de mala educación y una "catetada" además si algún/a iluminati os lo dice que sepáis que no existe tal concepto, lo único que existen son opiniones de personas.
Por eso nunca pienso que voy mal ni me importa que la gente me mire raro por la calle, porque yo no lo hago, y si hay alguien tan descarad@ ( haberlos haylos) que me  dicen ¿ A dónde vas así? ¿Por qué llevo tal o cual cosa puesta?  No les presto ninguna atención. La atención es energía y conforme te vas haciendo mayor no la quieres gastar tontamente .
Pero para la gente que quiere ser asertiva podéis contestarles esto:
-¿ En serio me estás diciendo que no te gusta? De verdad, no me lo puedo creer, me pone muy triste eso que me estas diciendo, me haces daño con tu comentario. 

Y no, una vez que me he vestido como me ha apetecido ese día, nunca pienso que voy mal, 
ya no me preocupa, recordad la atención es energía , no hay que gastarla tontamente, solo es ropa...
¡Feliz Domingo !




















domingo, 15 de noviembre de 2020


Mamá

 

En el año 2011 pensé por primera vez y en serio que quería ser madre, el 30 de noviembre de 2019 lo conseguí,  os voy a contar que pasó entre estas dos fechas.
Ese mismo año en el que Luis y yo nos planteamos ser padres nos casamos, ya hacía unos cuantos años que nos queríamos y vivíamos juntos, pero deseábamos formar nuestra familia y casarnos nos pareció una  buena idea.
Al año siguiente de forma natural me quedé embarazada y de forma natural también aborté. Fue un shock porque  era algo que no contemplaba, tenía poca información de la maternidad y nadie me había hablado de sus abortos hasta que me pasó ,entonces muchísima gente de mi alrededor me contó que había tenido una experiencia parecida a la mía. Supongo que nuestro cerebro intenta que lo olvidemos porque duele, para que eso no me ocurriera  me tatué un corazón en el dedo meñique, antes de abortar  llegué a escuchar el corazón del bebé y latía fuerte ,muy fuerte, por eso rellené el corazón de tinta para que se viera bien y no olvidarlo.
Esa experiencia me sacudió y decidí recuperarme física y emocionalmente antes de seguir intentándolo, comencé a trabajar y llegó una época de mucho ajetreo estaba viviendo un feliz momento profesional y   la idea de ser padres quedó aparcada aunque no olvidada. Pasaron unos años y llegó el momento de volver a intentarlo, en unos meses me volví a quedar embarazada, igual de feliz que la primera vez pero con mucha más cautela y miedo. La historia se repitió pero esta vez el corazón no latía, necesité una intervención y después quedé muy flojita. En esta ocasión la recuperación física me costó más , estaba cansada , hinchada , necesité hacer reposo. Además después de un segundo aborto comenzaron a hacerme pruebas por si había algún problema, la respuesta siempre era: TODO ESTÁ BIEN. En mi dedo anular llevo tatuado el contorno de un corazón , solo el contorno, vacío sin latido, tampoco quiero olvidar esa experiencia.
Las dos experiencias me trajeron aprendizajes que he interiorizado y me han cambiado ...ahora se que no puedo controlarlo todo, no doy nada por hecho, que soy vulnerable, que estar físicamente mal me pone triste, que no quiero el stress y la ansiedad en mi vida, que me gusta la calma...muchas lecciones.

Desde entonces empezó un AUTOCUIDADO en todos los sentidos, comencé a hacer deporte , quien me siga en redes recordará un reto de 21 días seguidos corriendo 5 KM , o mis paseos de una hora diarios cada mañana, eliminé toxicos como el tábaco y el alcohol, retomé el contacto con la naturaleza, nuestras vacaciones pasaron de ser disfrutadas en grandes capitales Europeas por paraísos naturales como  Cadaqués, Menorca, Asturias, La isla de Ré (Francia) buscábamos calma, naturaleza y relajación. Comencé a meditar cada día, eso sí, a mi manera con meditaciones guiadas ,  abrí mi corazón a una vida más espiritual , leer libros para aprender a gestionar mis emociones se convirtió en mi pasatiempo favorito. La intención y fin de todo esto era encontrarme bien y ser un poco más feliz cada día .
Nunca me obsesioné con el hecho de ser madre, mi idea era ser feliz antes de serlo, para mi esto si era muy importante, no quería dejar la responsabilidad a mi hijo de tener que  hacerme feliz .
En Marzo de 2019 me quedé embarazada , de forma natural, de hecho tuve que hacerme varios test porque no me lo creía, había sido un mes muy complicado porque había fallecido mi abuela (su enfermedad también fue todo un aprendizaje para mi), me gusta pensar que fue un regalo que nos envió ella. En el momento perfecto, no cuando yo quería, sino cuando la vida decidió que estaba preparada., Mi mantra favorito durante estos años ha sido  Confía en la vida , cada vez que algo no salía como yo quería me lo repetía en mi cabeza y lo sentía en el pecho.
Tuve un embarazo estupendo, todos los cuidados que anteriormente había comenzado en cuestión de alimentación , ejercicio, emocionales, me ayudaron muchísimo, no tuve que empezar nada radicalmente porque fue un continúo de los hábitos que ya tenía incorporados en mi vida.
Hace unas semanas me comentaron que hablara de maternidad en el blog y mi respuesta es que yo no puedo hablar de algo que estoy viviendo y a la vez aprendiendo, no tengo experiencia ni soy profesional de nada relacionado con la maternidad así que prefiero no hacerlo. También aprendí que la honestidad trae mucha paz a tu vida. 
Pero si me apetecía contaros como fueron los años antes de conseguirlo porque no fue un camino fácil y cuando subo estas preciosas fotos llenas de amor y felicidad alguien puede pensar que idealizo la maternidad  y no es así. Mi realidad es que al final del día por muy cansada que esté le doy el pecho a Luis y soy feliz. Puede que alguien que esté leyendo este texto se sienta identificada con alguna de las situaciones complicadas que yo he vivido hasta llegar aquí y quiero regalarle mi mantra CONFÍA EN LA VIDA.
A la maternidad se puede llegar de muchas formas y yo lo hice subida a una montaña rusa de subidas, bajadas y algún tramo de descanso, así es mi vida. 

A este año tan complicado que estamos viviendo yo le sumo mi año como madre novata, con todas las novedades que eso conlleva . Y es ahora cuando me doy cuenta que necesitaba todo ese tiempo para modelar mi persona y poder disfrutar la maternidad como lo estoy haciendo.
Luis y yo siempre decimos que traer al mundo a Luis es lo mejor que hemos hecho y la experiencia más bonita que hemos vivido, nos ha cambiado a los dos. Yo llevo experimentando ese cambio desde 2011 cuando decidí que quería ser madre. No me preparé para ser madre, lo hice para ser una persona feliz.


¡Feliz Domingo!





domingo, 8 de noviembre de 2020


"Todo lo que es moda pasa de moda"



A mi hijo Luis le gusta escucharnos hablar, uno de sus pasatiempos favoritos es subirse a los brazos de quien esté dispuesto a hacerle un room tour por toda la casa explicándole cada objeto que cuelga por las paredes o el techo , un cuadro del mar, los platos azules de la abuela, los elefantes de madera, un espejo, la lámpara ¡Oh qué bonitos los angelotes...!  la casa de mi madre es perfecta para ir de gira por cientos de objetos. Durante estos recorridos he ido recordando mi infancia en cada rincón de esa casa.


Exactamente en esta habitación es dónde empezó mi relación con el mundo de la moda, aquí pasaba horas jugando con mi Barbie, la única muñeca que me gustaba, tenía muchísimos vestidos y complementos que tiraba en el suelo y  mezclaba con un estilo muy parecido al Gucci actual (jajaj) . El juego consistía en vestirlas y desvestirlas (eran mis clientas) para ir a una fiesta, salir con las amigas, una boda...  lo que me divertía era crear diferentes personajes con la ropa, una vez las vestía se terminaba el juego, no les acompañaba a la fiesta yo me limitaba a crearles el estilismo.
En esta habitación inicié la colección de mis revistas de moda, a los 14 años comencé a comprar Ragazza, Woman y Elle, y luego claro llegó Vogue . En la habitación de al lado se crearon los estilismos "estrella"  y "estrellados" de la adolescencia de mis amigas y mía. Recuerdo haber echado limón en el pelo a una de ellas para rizárselo, nos habíamos quedado sin gomina y aquello funcionó jajajaj.

Mi relación con la moda siguió fuera de esta casa, estudié Asesoría de Imagen y trabajé en diferentes oficios relacionados con la moda , conforme iban pasando los años iba creciendo en mí una lucha interna entre el amor y desprecio a "este mundo". Con la llegada de las redes sociales  esto se acentuó y todavía sigo como una equilibrista pasando de un sentimiento a otro según el día.

En los álbumes de fotos de casa de mi madre encontré algo que llamó mi atención, esos vestidos negros con cuellos blancos,... me recordaba algo que había visto hace poco tiempo.
Mi abuela de niña con su madre ,mi bisabuela Consuelo

Mi abuela y sus primas, mi abuela es la del vestido negro y cuello blanco


Hace unos meses Chanel presentaba su colección en la semana de la alta costura de París  SS/2020 reproduciendo el claustro de la Abadía de Aubazine, convento donde pasó su infancia



Estilismos en blanco y negro marca de la casa desfilaron por la pasarela, el negro recordando el rigor monacal del orfanato y el blanco porque a Coco ( Gabrielle Chanel fundadora de la marca) le recordaba la cofia de las religiosas de su infancia.
Gabrielle Chanel tuvo una infancia dura, su madre muere siendo una niña, su padre les abandona a ella y a sus hermanas en un orfanato, luego pasó a un convento de monjas donde recibió una educación bastante severa, La infancia marcaría para siempre la personalidad de Gabrielle .
Hay una historia detrás de cada símbolo, emblema o color en Chanel que durante esta semana he estado curioseando por las redes, la flor de la Camelia que tomó de la vestimenta masculina para decorar con ella un cinturón y se convirtió en icono de la casa, también hay una historia que dice que era la flor que le regalaba  Boy Capel, el hombre del que estuvo locamente enamorada, ( si, también hay un bolso con el nombre de "Boy"). Introdujo el punto en la ropa de calle femenina cuando solamente se usaba para la ropa interior masculina, el león que aparece  como símbolo de Chanel es su signo zodiacal, las perlas que le regaló un conde ruso de la dinastía Romanov...Una vida plagada de historias.

Cuando le pregunté a mi madre por las fotos antiguas de mi abuela, todas tenían una historia detrás, cada vestido estaba vinculado a una celebración o le recordaban un momento, como pasa con los objetos que hay en casa de mi madre . Cuando miro las fotos de mi abuela muestran una sobriedad obligada por la época que vivieron, ese negro riguroso... ¿pero por qué yo veo elegancia en ellas? Y la respuesta es porque Gabrielle Chanel lo quiso . Cambió las normas estéticas de lo que la palabra elegancia significaba hasta entonces y así ha llegado hasta nuestros días,  diseñó prendas para que las mujeres (y sobre todo ella) vivieran historias con ellas, jugaran al tenis, montaran a caballo,  creó prendas con libertad de movimiento en las mangas... todo con un halo de sobriedad, esa que marcó también  su infancia.
Los vestidos de mi abuela por supuesto que no eran Chanel, ni nada de lo que yo llevo hoy en estas fotos lo es,  pero ese Me recuerda a ... es lo imiportante, eso es crear marca y en eso Gabrielle era muy buena. Que se acuerden de ti aunque no estés presente, Chanel consiguió que cuando veamos la combinación blanco y negro pensemos en su marca y además, pensemos que eso es algo elegante.

El ritmo frenético con el que se vende y consume moda hoy en día es incapaz de generar historias detrás, ni recuerdos , ni filosofía de marca, seguimos al mandato  de ¡usad y tirad! , consumir por consumir, sin criterio , respondiendo a unas necesidades que ni siquiera generas tú, todo una locura. ¡Qué difícil lo tienen los diseñadores actualmente! pues con este ritmo es muy complicado crear algo nuevo, cambiar normas, mejorar lo que hay, que es justo lo que hizo Gabrielle en su época.
Compramos ropa sin sentido y hasta mis barbies tenían un ¿para qué? .

A mí ,como a mi hijo, me gustan las historias,  me gusta defender el fondo de armario, prendas que nos acompañen a lo largo de los años, que se hagan cómplices de nuestras aventuras . Me gusta esa moda con un sentido detrás, y ese sentido se lo das tú cuando lo llevas puesto para diferentes para qué...Me gusta ser yo con mi criterio y mis necesidades la que elija la prenda.
Me gusta darles su tiempo a las prendas para que se llenen de recuerdos.

Es mi particular visión de la moda, sigo con mi dicotomía amor odio con ella, ojalá aparezca una nueva Gabrielle que cambie las normas actuales , ahora es buen momento.
¡ Feliz Domingo!