¿Recordáis que frase llevabais escrita en la carpeta del instituto? yo si, era este fragmento del cuento de Alicia en el país de las maravillas
-"¿Podría decirme, por favor, qué camino debo tomar?-Eso depende de a dónde quieras ir -respondió el Gato.-Lo cierto es que no me importa demasiado a dónde... -dijo Alicia.-Entonces tampoco importa demasiado en qué dirección vayas -contestó el Gato.-... siempre que llegue a alguna parte -añadió Alicia tratando de explicarse.-Oh, te aseguro que llegarás a alguna parte -dijo el Gato- si caminas lo suficiente".
De hecho uno de los primeros post que escribí en este blog allá por el 2012 estaba dedicado a ese cuento , os dejo el enlace por aquí por si queréis echarle un vistazo, Post de Alicia , que divertidos son los comienzos y que bonito atreverse.
El caso es que yo por entonces (16 añitos) pensaba que no saber cual era el camino correcto que seguir era un problema de la edad y que me sucedía exclusivamente a mi, cuando miraba alrededor mi sensación era que mis amigas y en general el resto de personas estaban convencidas de lo que querían hacer con sus vidas, sus objetivos eran o parecían claros (estudiar, trabajar, casarse, viajar, tener hijos...), sin embargo mi cabeza en esa época era un auténtico caos, todas esas ideas volaban muy por encima de mi, ni de lejos las visualizaba aterrizando en mi vida como "auténticos" objetivos.
(Cuando recuerdo este tipo de cosas nunca pierdo la oportunidad de pedirme perdón por haberme generado tanto estress y ansiedad yo quería saber sin probar, error pubertino ).
Y por supuesto estaba equivocada, poco a poco estas ideas se fueron desmontando como le decía el gato a Alicia..."caminando suficiente".
La realidad es que no saber cual es el camino correcto que hay que seguir es un leitmotiv en la vida de cualquier ser humano y no exclusivamente durante la época adolescente, es un soniquete que probablemente te va a acompañar durante el resto de tu vida, la buena noticia es que cada vez adquiere menos importancia el término "correcto" que es lo que chirría en esa frase ,esa palabra es la que en muchas ocasiones nos genera ansiedad, miedo y nos paraliza, ese concepto es lo que en muchas ocasiones nos impide movernos e ir a por nuestros objetivos . No queremos equivocarnos, y una vida sin equivocaciones amig@ mí@ no se si es posible, pero desde luego es una vida estática sin evolución ,algo muy contra natura .
Cuanto ganaríamos todos si entendiésemos como dice mi marido Luis que :
- A veces se gana y a veces se aprende...
-La primera es que cuando quieres elegir un camino, vas a dar muchas vueltas, como le sucedió a Alicia por preguntarle al gato, en muchas ocasiones queremos que los demás decidan por nosotros el camino y es ley de vida que para crecer en todos los sentidos tenemos que hacernos responsables de nuestras decisiones . Si quieres saber el camino, pregúntaselo a tu cuerpo, a tu mente y a tu corazón en un momento de silencio y tranquilidad a ver que te contestan.
-Y la segunda es aceptar que esas decisiones nos traerán aciertos y equivocaciones y que todo está dentro de la normalidad que es vivir. La aceptación (que no la resignación) trae mucha claridad y paz a tu vida.
Os dejo ya que hoy en Almansa es domingo de feria y ayer seguro que os acostasteis tarde,
¡Feliz domingo!
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