Una de las rutinas que más he disfrutado este verano en la playa ha sido levantarme bien temprano con Luis e ir a desayunar juntos a una panadería francesa que teníamos cerca del apartamento.
Un día mientras estaba sentada en la terraza de esta panadería y Luis se encontraba dentro pidiendo nuestro desayuno favorito, un capuchino y mini bocata de tortilla de patatas con mayonesa para mi y capuchino acompañado de quiché de bacon para él , llamaron mi atención las dos únicas personas que compartían terraza con nosotros.
Supongo que la soledad del momento, el silencio de las horas tempranas y mi curiosidad hizo que pusiera toda mi atención en ellos.
Eran dos hombres conversando, uno de ellos vestido de ciclista con su bici apoyada al lado que parecía haber concluido su "ruta mañanera" , el otro sentado con su espalda bien pegada al respaldo de la silla y su trasero ocupando todo el asiento ,tenía los pies perfectamente anclados en el suelo me recordó cuando los profesores de yoga nos dicen que nos enraicemos, que tomemos tierra, sus manos estaban apoyadas sobre los muslos y su rostro cubierto por una sonrisa dulce mientras escuchaba a su amigo.
El ciclista le contaba un viaje donde había subido una montaña , emocionado movía las manos con delicadeza lo que hizo que imaginase que además de ciclista ,era practicante de tai chi.
Cuando acabó la historia , el otro hombre le preguntó interesado por cuestiones del viaje, hablaban de temas personales , triviales para mi , importantes para ellos, lo que realmente me tenía enganchada era el "clima disfrutón" que habían creado con su conversación.
Llegó mi café con el bocata y mi atención hacia ellos se desvaneció.
Volví a casa (Almansa) y pasaron varios meses hasta que fui consciente de que ese momento aparentemente trivial al que había asistido entre dos personas desconocidas para mi terminaría siendo una Epifanía.
Llevo semanas pensando en qué ocupar parte de mi tiempo de ocio este otoño-invierno, los fines de semana en una ciudad pequeña son bastante rutinarios, echo de menos ampliar mi entorno, mis estímulos ,algo que en otros tiempos conseguía viajando, pero esa opción este invierno es complicada, y entonces recordé esa sensación de sano disfrute que me habían trasmitido aquellos dos extraños, así que se me ha ocurrido la idea de imitarlos y crear un podcast .
Pienso en gente de mi localidad que me parece interesante conocer , elegir a quien escuchar suena muy bien , ¿con quien me gustaría sentarme a conversar? sé lo importante y efectivo de rodearte de personas que son mejores que uno mismo en algo, son personas que nutren. Creo en el poder de una conversación honesta, creo en la energía de conocer gente nueva, creo que es importante contar que nos pasa por dentro, hay que hablar de sueños. Así que he salido de mi burbuja e abierto las redes sociales para utilizarlas como la herramienta a nuestro servicio que son y con la funcionalidad para la que nacieron : conectar personas.
Con una actitud de mente abierta y dispuesta a moverme en otros entornos , la vida me ha soplado quién es la primera persona a la que desvirtualizaré sentándome a conversar con él, Ya podéis escuchar el primer episodio del podcast así que bienvenidos a de carne y hueso.
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