Ser actriz es defender querer ser uno mismo.
Es comerte los miedos despacio, masticarlos hasta quererlos y dejar que desaparezcan mientras hacen la digestión.
Es mirarte desnuda frente a un espejo y quererte. Valorar todo lo que tienes por el simple hecho de que es tuyo.
Ser actriz es observar a la gente, imaginar dónde irán, quién les estará esperando en casa...
Es dejar de pensar para dejarte llevar... Por el cuerpo, por el texto, por la emoción.
Ser actriz es hacer tuyas historias de gente, de personajes que, pese a no conocerlos, no distan tanto de nosotros.
Todos somos capaces de sentir lo que siente un asesino, de sentir lo que siente alguien con una enfermedad, sólo se trata de imaginar y de ponerse en la piel.
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